Justo cuando pensamos que estamos controlando los océanos del mundo, surge un descubrimiento inesperado que subvierte la comprensión de los científicos.
Se acaba de descubrir en el Atlántico, frente a la costa sureste de Estados Unidos, un arrecife de coral "impulsado por gas" previamente insospechado, con una longitud estimada de al menos 85 millas.
El hallazgo fue realizado el 23 de agosto por científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica y el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Lea también: El arrecife de coral profundo es el más grande del mundo conocido
Su expedición de 15 días en el buque de investigación Atlantis fue parte de un proyecto de cinco años llamado Búsqueda Profunda frente a la costa atlántica entre Virginia y Georgia, con el arrecife encontrado frente a Charleston en Carolina del Sur.
Siguiendo la observación de “montículos profundos” en una expedición anterior, los investigadores se sorprendieron cuando una inmersión de ocho horas en su sumergible tripulado Alvin reveló evidencia de “arrecifes y montes de coral de aguas profundas, enormes cañones submarinos y comunidades de aguas frías que dependen de la energía del gas natural en lugar de la luz solar para impulsar la productividad”.
Se cree que se remonta a tiempos prehumanos, el arrecife parece estar formado principalmente por lofelia, el coral formador de arrecifes dominante en las profundidades marinas, pero en la inmersión se identificaron un total de ocho especies, entre ellas enallopsammia, Madrepora y varios octocorales.
Los científicos describieron el arrecife como algo diferente a todo lo que habían visto antes y expresaron su sorpresa de que pudiera haber permanecido oculto a la vista durante tanto tiempo.
El descubrimiento se considera especialmente significativo en un momento en que la administración Trump busca levantar las prohibiciones a las empresas que otorgan licencias para perforar en busca de petróleo y gas en áreas costeras de los océanos Atlántico y Ártico.
El proyecto Deep Search tiene como objetivo identificar áreas vulnerables del fondo marino que deberían estar exentas de tal explotación.