Jerry Boylan, capitán del crucero de buceo de California diseño en el que murieron 34 personas cuando se produjo un incendio a bordo en 2019, ha perdido su intento de conseguir un nuevo juicio.
Boylan, 70 años, fue condenado of the federal offence of seaman’s manslaughter through gross negligence in a jury trial last year, but sentencing was delayed pending the appeal. This maritime version of manslaughter is a pre-Civil War statute created to hold captains and crew accountable for disasters at sea.
El juez de distrito estadounidense George Wu denegó la apelación de Boylan para que el caso se volviera a ver el 22 de abril, dejando al capitán ante la posibilidad de una pena máxima de 10 años de prisión.
Boylan fue juzgado responsable del peor desastre en la historia marítima de California después de que se descubrió que no había establecido una patrulla itinerante en el crucero de vida a bordo durante la noche, como era necesario, ni había entrenado a su tripulación en los procedimientos a seguir en caso de emergencia. Treinta y tres invitados y un miembro de la tripulación que dormían en una litera de abajo quedaron atrapados cuando el fuego se extendió.
Boylan fue el primero en abandonar el barco en llamas, y la fiscalía comentó que había mostrado una “cobardía imperdonable”.
Ofensa menor
De acuerdo con un informe de Servicio de noticias del juzgado, la solicitud de Boylan de un nuevo juicio se basó en que el juez supuestamente había dado a los jurados instrucciones erróneas sobre otro delito menor de negligencia en la operación de un barco, y que se dijo que el ex miembro de la tripulación Brian Priddin, que había prestado testimonio para la acusación haber mentido al calificar de laxa la actitud de Boylan hacia la seguridad a bordo.
El juez Wu desestimó ambos argumentos. Admitió que podría haber sido mejor no haber incluido la instrucción sobre delitos menores, lo que habría dado al jurado la opción de condenar a Boylan por un delito menor, pero dijo que la instrucción estaba “fuera de lugar” y no habría hecho ninguna diferencia para la solicitud de un nuevo juicio.
El juez también rechazó el argumento de que Priddin había mentido al afirmar que había renunciado a su puesto en el operador de flota Truth Aquatics debido a la percepción de un riesgo significativo para la seguridad de los huéspedes.
Boylan había afirmado que Priddin había renunciado porque su única preocupación eran los métodos de eliminación de desechos de Truth Aquatics. Sin embargo, según el juez, el tripulante había indicado que abandonó la empresa por una serie de preocupaciones, entre ellas la falta de guardia nocturna.
Boylan deberá ser sentenciado el 2 de mayo.
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