La Polinesia Francesa está bendecida con lagunas de color turquesa, aguas cristalinas y arrecifes de coral vírgenes que brindan una experiencia única en la vida a los buceadores. Hay abundante vida marina que crea un caleidoscopio de colores bajo la superficie.
Rangiroa: Sumérgete en uno de los acuarios naturales más inmensos del mundo en el atolón más grande de la Polinesia Francesa y el segundo más grande del mundo; incluso tiene su propio horizonte dentro de la laguna. Lo extraordinario de Rangiroa es que cada inmersión cambia con las corrientes, además de las estaciones y los ciclos lunares. Por la mañana, asegúrese de mirar hacia abajo mientras bucea en el arrecife exterior en busca de tiburones martillo, y por las tardes, ¡mire hacia arriba! Es uno de los mejores lugares para observar y jugar con delfines en toda la Polinesia Francesa.
Fakarava: La remota isla de Fakarava alberga especies de vida silvestre raras, endémicas y protegidas, tanto terrestres como submarinas. Este atolón impresionante y virgen es una reserva natural para muchas especies raras de aves, plantas y crustáceos y ha sido clasificado oficialmente como Reserva de la Biosfera por la UNESCO debido a su rica biodiversidad. Los buzos vivirán experiencias inolvidables; bucear con una de las mayores concentraciones de tiburones grises de arrecife del mundo, así como con innumerables otras especies, incluidas mantas, napoleón y grandes bancos de pargos, cardenales y barracudas.
Tikehau: La más tranquila de las islas de la Polinesia Francesa se encuentra en la región norte de las Tuamotus y es una de las favoritas entre los visitantes por su belleza y su famosa arena rosa. Prepárate para conocer millones de peces tropicales, ya que es uno de los atolones más ricos en peces del mundo. Tikehau es un fantástico lugar para bucear sin importar el nivel de experiencia. Los buceadores se sentirán como si estuvieran nadando en un acuario rodeado de una gran variedad de vida marina que dejará boquiabierto hasta al buceador más avanzado.
Moorea: La vecina isla de Tahití, situada a sólo 20 minutos en ferry, ofrece inmersiones espectaculares en el arrecife exterior. Moorea tiene forma de corazón con dos hermosas bahías, Cook's Bay y Opunohu Bay, las cuales ofrecen el lugar perfecto para bucear con el telón de fondo escénico de un exuberante paisaje verde de montañas volcánicas. Con una vibrante variedad de vida marina, una experiencia única aquí es la oportunidad de nadar con el muy social tiburón limón.
Rurutu: A diferencia de la mayoría de las islas de la Polinesia Francesa, Rurutu es una de las pocas islas sin laguna, también conocidas como atolones. Esto significa que tiene acceso al gran océano abierto lleno de criaturas marinas más grandes. Rurutu es uno de los mejores lugares donde puedes nadar con ballenas y, de hecho, una experiencia única.
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Este artículo fue publicado originalmente en Buceador ANZ #59.
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