Para aquellos buceadores que sienten que su edad se está agotando en inmersiones más arduas y desean poder hacer retroceder el reloj hasta su mejor momento, no descarten la posibilidad. Parece que al menos algunas de las criaturas que vieron en sus inmersiones son capaces de hacer exactamente eso, así que ¡imagínense si su habilidad pudiera ser replicada!
Los investigadores Joan Soto-Angel y Pawel Burkhardt de la Universidad de bergen En Noruega han descubierto que una especie de medusa peine, Mnemiopsis leidyi, tiene la capacidad de revertir su ciclo de vida, pasando de la etapa adulta a la larva. La mala noticia es que lo que se necesita para impulsar el proceso es un estrés severo.
De hecho, otra especie, Turritopsis dohrniiYa se sabía que podía pasar de ser una medusa adulta a un pólipo, lo que le valió el calificativo de “medusa inmortal”, pero el nuevo hallazgo demuestra que esta capacidad no es única.
“Demostramos que las etapas lobuladas maduras de M leidyi “Los insectos son capaces de volver a la fase larvaria de cidípidos tras un período de estrés”, afirma Soto-Angel. “El hecho de que hayamos descubierto una nueva especie que utiliza esta peculiar 'máquina de viajar en el tiempo' plantea preguntas fascinantes sobre hasta qué punto está extendida esta capacidad en el árbol de la vida animal”.
Habilidades inusuales
Medusas peine, o ctenóforos, ya se había asociado anteriormente con la regeneración y otra capacidad inusual: reproducirse sexualmente incluso en la fase larvaria.
Cuando Soto Ángel se dio cuenta de que un adulto M leidyi Cuando una gelatina, también conocida como nuez de mar, desapareció de un tanque dejando solo una larva, él y Burkhardt se propusieron averiguar si podían controlar las condiciones para tal reversión.
Para lograrlo, 65 nueces marinas adultas sanas se mantuvieron aisladas en tanques y se dejaron sin alimento durante dos semanas antes de ser alimentadas solo una vez por semana y, posteriormente, cada dos días. A XNUMX se les habían extirpado quirúrgicamente los lóbulos adultos, lo que añadió otro factor de estrés.
Las medusas comenzaron a encogerse y las que aún tenían lóbulos los reabsorbieron en sus cuerpos. “Fue fascinante observar cómo se transformaban lentamente en una larva típica de cidípido, como si estuvieran retrocediendo en el tiempo”, afirma Soto-Angel.
“A lo largo de varias semanas, no solo cambiaron sus características morfológicas, sino que también mostraron un comportamiento alimentario completamente diferente, típico de una larva de cidípido”.
Característica antigua
El experimento mostró que, mientras que siete de las 50 medusas hambrientas volvieron a convertirse completamente en larvas, una mayor proporción de las medusas lobectomizadas y, por lo tanto, más estresadas (seis de 15) lo hicieron.
Las medusas peine se encuentran entre los primeros linajes animales, por lo que se cree que el desarrollo inverso podría representar una característica antigua del reino animal.
“Este fascinante hallazgo abrirá la puerta a muchos descubrimientos importantes”, afirma Burkhardt. “Será interesante revelar el mecanismo molecular que impulsa el desarrollo inverso y qué sucede con la red nerviosa del animal durante este proceso”.
El estudio se publica en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
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