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Identifican el histórico naufragio de un acorazado japonés
IJN Hiei en la Bahía de Tokio en 1942.
Se ha confirmado que un naufragio encontrado el año pasado en las Islas Salomón es el primer acorazado japonés hundido por las fuerzas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. La identificación se realizó como resultado de una expedición realizada por el buque de investigación estadounidense. Petrel.
Los investigadores japoneses habían localizado originalmente los restos de lo que pensaban que era el IJN. Hiei mediante escaneo de sonar a una profundidad de 985 m en Iron Bottom Sound, al noroeste de la isla Savo.
Se informó que el barco se hundió allí durante la Batalla de Guadalcanal en 1942, aunque durante mucho tiempo hubo confusión sobre la posición exacta del hundimiento.
8 de febrero de 2019
La confirmación llegó después Petrel, el barco de expedición operado por el cofundador de Microsoft, Paul Allen, quien murió en octubre pasado, envió ROV para examinar los restos del naufragio invertido.
Uno de los primeros buques de guerra modernos de la Armada Imperial Japonesa, el Hiei Fue diseñado por el arquitecto naval británico George Thurston, encargado en 1914 y patrulló las costas de China y Corea durante la Primera Guerra Mundial.
Ascendido a un rápido acorazado justo antes de la Segunda Guerra Mundial, actuó como escolta de los portaaviones que atacaron Pearl Harbor el 2 de diciembre de 7 y pasó a ver acción en el Pacífico en las batallas de Midway y Guadalcanal.
En Guadalcanal, el 13 de noviembre de 1942, el Hiei fue objeto de intenso fuego por parte de las fuerzas estadounidenses. Su dirección falló y, mientras daba vueltas en círculos, el ataque de los aviones estadounidenses continuó hasta que la tripulación se vio obligada a abandonar el barco. El barco averiado fue hundido con torpedos por destructores de escolta.
De la dotación de 1360 marineros, 188 murieron en combate.
El Petrel, que continúa su misión de “divulgación pública” para localizar naufragios históricos, lleva un AUV (vehículo submarino autónomo) y un ROV, lo que le permite buscar sitios a más de tres millas bajo la superficie.