Un buzo profesional resultó gravemente herido en Nueva Zelanda el miércoles por la tarde (24 de mayo) al ser arrastrado hacia la hélice del ferry en el que estaba trabajando.
Más tarde, el personal médico le dijo a Gillian, la esposa de Michal Kovác durante cuatro meses, que era un milagro que su marido hubiera sobrevivido al desgarrador incidente.
El experimentado buzo, originario de la República Checa y de unos 30 años, había estado realizando trabajos de mantenimiento de rutina en el casco de un ferry SeaLink amarrado en el puerto de Auckland. Puerto deportivo de la bahía de la media luna.
Kovác había terminado de registrar el estado del casco y había comenzado a subir una escalera para salir del agua, pasando su cámara GoPro a otro miembro de su equipo, según informa la prensa local. Fue en ese momento cuando se cree que un miembro de la tripulación puso en marcha el motor del barco.
El umbilical de Kovác debió haber estado lo suficientemente cerca de la hélice del ferry como para enredarse alrededor de ella cuando comenzó a girar, y el buzo fue arrastrado de regreso al agua cuando el cable se tensó.
Al darse cuenta de lo sucedido, los miembros del equipo de buceo gritaron que apagaran el motor y un supervisor de buceo fue a buscar a Kovác. Otro miembro del equipo aplicó RCP mientras esperaban una ambulancia.
Operado esa noche
Kovác fue trasladado de urgencia al hospital en estado crítico, fue operado esa noche y permaneció en la unidad de cuidados intensivos con cinco costillas rotas y laceraciones en todo el torso, las piernas y la cara.
No estaba claro si las lesiones se produjeron cuando fue arrastrado hacia la hélice, golpeado contra el casco o ambas cosas. También había inhalado agua de mar que necesitaba ser expulsada de sus pulmones.
Gillian Kovác dijo a la prensa que había podido hablar con su marido, quien recordaba poco de lo sucedido y pensó que debía haber quedado inconsciente al ser arrastrado de nuevo al agua.
El personal del hospital le había asegurado que su marido se recuperaría y podría ser dado de alta en unos días. El organismo de salud y seguridad de Nueva Zelanda, WorkSafe, y Maritime NZ están investigando el incidente.
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