El último barco de buceo que se incendió, afortunadamente en el puerto y con una sola persona, un miembro de la tripulación, a bordo en ese momento, es Mundo Marino I en el sur de Tailandia.
El barco se acercaba al muelle de Thap Lamu, principal punto de partida hacia las islas Similan y situado cerca de Khao Lak, en la provincia de Phang Nga, cuando se incendió el 2 de abril. Se desconoce la causa del incendio.
Las llamas se extendieron rápidamente por el barco de madera, provocando que el tripulante saltara al agua. Los bomberos y el personal naval tardaron aproximadamente una hora en controlar el incendio.
El crucero de vida a bordo tenía capacidad para 18 personas en nueve cabinas y operaba principalmente en Similans, Surin y Phi-Phi, así como en el archipiélago Mergui de Birmania. Estaba dirigido por el operador tailandés A-One Diving, que opera desde 1999.
Dos días más tarde, al otro lado de Tailandia, también se incendió un ferry nocturno que iba de Surat Thani a la isla de Koh Tao, un centro de buceo; en este caso iba lleno con 97 pasajeros, que también tuvieron que saltar al mar. Se dijo que todos fueron rescatados ilesos, junto con los 11 tripulantes. Se cree que el incendio se inició en la sala de máquinas.
Una advertencia para los buceadores
Mientras tanto, en la provincia de Phang Nga, un buzo que visitaba Tailandia desde otro país fue multado por pellizcar la cola de un tiburón ballena.
Departamento de Parques Nacionales, Vida Silvestre y Conservación de Plantas de Tailandia (DNP) impuso la multa no revelada después de que la compañía turística informara del incidente del 31 de marzo, y videos e imágenes publicadas por otros buzos en las redes sociales provocaron protestas.
En Tailandia, cualquier acción que se considere perjudicial para animales protegidos, incluidos los tiburones ballena, puede resultar en un máximo de cuatro años de cárcel, una multa de 40,000 baht (unas 860 libras esterlinas) o ambas.
El video muestra a un grupo buceando en el popular sitio Richelieu Rock en el Parque Nacional Mu Koh Surin y siguiendo al tiburón ballena, con un buzo extendiendo un brazo para tocar su cola antes de que otro señale que la acción es inaceptable.
Tras las críticas públicas a los guías de buceo del grupo, Suparat Thoncharoenphong, de la compañía turística, explicó que el culpable había estado visitando el país y antes de la inmersión le habían advertido, junto con el resto del grupo, que no tocaran la vida marina bajo ninguna circunstancia.
Dijo que había denunciado rápidamente el incidente al DNP y que correspondía al departamento determinar la sanción.
"Creo que ninguna agencia de viajes anima a sus clientes a tocar la vida marina, pero aun así ocurrió", dijo Thoncharoenphong. “Nunca he tolerado las malas acciones de mis clientes. Mi agencia de viajes tampoco ha ocultado nunca ninguna acción ilegal a las autoridades.
“Como entusiasta del buceo, no puedo tolerar este tipo de acciones. Trabajemos juntos para prevenir actos similares en el futuro”. El DNP informó que la embajada del buzo fue informada.
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