NOTICIAS DE BUCEO
Los buzos están acusados de haber robado o destrozado siete barriles de cerveza de 100 litros, de un naufragio a 20 metros de profundidad en Argentina.
Desde hacía tres meses, un grupo formado por tres cervecerías artesanales y un centro de buceo de la ciudad turística de Mar del Plata llevaban a cabo un experimento para madurar una cerveza oscura con una graduación alcohólica de entre 11 y 12 grados bajo el Atlántico.
Los barriles estaban contenidos en dos marcos de metal asegurados a la proa de un naufragio ruso en alta mar llamado el Cronómetro, que se hundió en 2014. Pero el 23 de febrero, la víspera de su regreso a la superficie, el buzo Carlos Brelles, de la Escuela de Buceo Thalassa, descubrió que los barriles habían sido sacados de las jaulas. Él y el grupo han pedido que se lleve a cabo una investigación criminal.
A Brelles se le ocurrió la idea de envejecer la cerveza a una presión submarina mayor que la que se había intentado antes en 2018, y el desafío fue asumido por las cervecerías locales Heller, Baum y La Paloma.
Habían planeado mezclar el contenido de los barriles madurados en el mar con otra cerveza para hacer 2000 botellas de cerveza Kronomether y donar las ganancias a un museo de ciencias naturales local.
El Cronómetro es un lugar de naufragio que se dice es popular entre los buceadores recreativos, y al grupo le tomó un año obtener los permisos necesarios para llevar a cabo su experimento allí.
Para entonces ya había intervenido la pandemia de coronavirus, pero el equipo finalmente había hundido los siete barriles, menos de los previstos inicialmente, el 22 de noviembre, bajo la supervisión de la Prefectura Naval Argentina. Brelles los vio por última vez en una inmersión de inspección el 19 de enero.
Si los buzos de dedos ligeros hubieran esperado beber la cerveza en esta etapa de la elaboración, se habrían sentido decepcionados, porque el "licor sin gas" requería mezclarse y habría sido "muy difícil de beber".
El equipo cervecero sospecha que los ladrones no lo sabían o que los barriles fueron arrancados de los restos del naufragio en un acto de vandalismo. Sin embargo, tienen la intención de reanudar el Proyecto Kronomether lo antes posible, presumiblemente con precauciones de seguridad adicionales.
***** MÁS AL SUR En Argentina, y subrayando el valor potencial de la maduración de bebidas alcohólicas bajo presión, una bodega ha llevado a cabo una evaluación comparativa de botellas de Malbec envejecidas bajo el Atlántico y en bodega, describiendo las diferencias como “impresionantes”.
La bodega Wapisa, con sede en Río Negro y parte de Bodega Tapiz, sumergió 1500 magnums de su mezcla de 2017 durante nueve meses a profundidades de entre 6 y 15 m frente a Las Grutas en el norte de la Patagonia. Quería saber si los efectos de la presión y las bajas temperaturas constantes darían como resultado “vinos jóvenes con el beneficio de la madurez”.
El resultado fue calificado como “más redondo, más elegante y con fruta más fresca”. Dado que tres años de envejecimiento en una bodega equivalen a un año bajo el agua, se cree que la práctica podría generalizarse, quizás también ofreciendo futuras oportunidades laborales para los buceadores.