Tras el impactante veredicto de homicidio involuntario contra el compañero de buceo de un buzo que murió en 2020, la Asociación de Escuelas de Buceo Profesionales de Malta respondió con una declaración hoy (23 de noviembre).
La PDSA, que representa a la mayoría de los centros de buceo de las islas maltesas, dice que al condenar a Arthur Castillo, de 60 años, a una pena de prisión suspendida la semana pasada, la magistrada Simone Grech no había distinguido entre el entrenamiento de buceo recreativo y el de buceo técnico, con su énfasis en autosuficiencia y no habían consultado a especialistas en formación de buzos que podrían haber proporcionado una opinión experta más equilibrada.
También ha generado preocupación de que el veredicto de culpabilidad se haga eco del muy publicitado caso de homicidio involuntario de Stephen Martin, que fue anulado a principios de 2016 sólo después de una batalla de 18 meses.
Un resumen del caso contra Castillo que siguió la muerte de su amiga Christine Gauci en una inmersión en Mgarr ix-Xini en Gozo apareció en Divernet en 19 noviembre.
"Malta es uno de los pocos países del mundo que tiene parámetros legalmente vinculantes que nosotros, en la industria del buceo, debemos seguir para garantizar que brindamos un alto nivel de seguridad, capacitación y servicio a nuestros clientes", dice la PDSA.
“Un compañero, durante cualquier inmersión, tanto recreativa como técnica, nunca puede ser considerado responsable del otro buceador, si se siguen correctamente todos los procedimientos y protocolos de seguridad. Esto no es diferente a otras actividades al aire libre como motos acuáticas, esquí, escalada, aventuras en bicicleta, etc.
100% autosuficiente
La declaración de PDSA describe las diferencias en los procedimientos de capacitación y seguridad entre el buceo recreativo y el técnico. El entrenamiento para el primero se basa en el sistema de compañeros, dice, explicando que “cada inmersión conlleva algún riesgo, y tener un compañero de buceo ayuda a reducir esos riesgos.
“Para el buceo técnico, la formación y los protocolos son más estrictos”, continúa el comunicado. “A los buceadores técnicos se les enseña a ser 100% autosuficientes. No se les enseña en el sistema de compañeros, pero están obligados a planificar cada inmersión en detalle, tratar de prever todas las eventualidades y planificarlas sin depender de la ayuda de nadie más”. Los buceadores técnicos pueden bucear en equipos, pero están capacitados para ser responsables de su propio equipo y plan de buceo y nunca para ponerse en peligro.
"Esta desafortunada sentencia plantea una serie de preguntas sin respuesta", afirma el PDSA. “A partir de la transcripción del fallo, nunca se considera la importante distinción entre si se trató o no de una inmersión técnica o recreativa. El tipo de equipo utilizado y el hecho de que se trataba de una inmersión con descompresión sugieren que se trataba de una inmersión técnica”.
Tanto Gauci como Castillo tenían calificaciones técnicas de buceo, por lo que habrían sido capacitados para ser 100% autosuficientes. Sin embargo, como lo demuestran las pruebas del caso, el traje seco de Gauci no funcionó correctamente al inicio de la inmersión. “Los buceadores autónomos están entrenados para abortar la inmersión inmediatamente en caso de mal funcionamiento del equipo”, señala la PDSA.
dos expertos
En Malta, estos incidentes que provocan lesiones o muerte requieren el nombramiento de un magistrado para iniciar una investigación y examinar todos los aspectos para determinar si amerita una audiencia judicial. El magistrado también es responsable de nombrar peritos adecuados.
“Observamos que en este caso se designaron dos expertos: un especialista en equipos de buceo y un médico hiperbárico”, dice la PDSA. "La evidente falta de un experto en formación y procedimientos de buceadores plantea serias dudas y preocupaciones".
La asociación ha llamado la atención sobre los paralelismos con el caso de Stephen Martin, un buceador de un club británico que también se enfrentaba a cargos de homicidio involuntario tras la muerte de su novia y de otro hombre en un buceo en Gozo. Las consecuencias del caso generaron preocupación en ese momento de que podría disuadir a los buceadores del Reino Unido de viajar a Malta o de bucear con compañeros.
El PDSA comenta que el caso Martin “nos enseñó lo importante que es para un magistrado nombrar expertos debidamente calificados cuando se trata de casos de buceo. El caso de condena injusta del señor Martin fue el resultado de que un experto se extralimitó en su campo de especialización al proporcionar información errónea sobre asuntos fuera de su área de especialización”.
Castillo ha indicado que recurrirá su condena de dos años de prisión suspendida por cuatro años, y el pago de dos tercios de las costas de designación de los dos peritos. El PDSA dice que seguirá la apelación “y está dispuesto a ayudar al tribunal, en su capacidad, en cualquier forma necesaria”.
La PDSA debería aclarar los hechos antes de hacer cualquier declaración. El “especialista en equipos de buceo” mencionado en el comunicado de la PDSA. Resulta ser un instructor de buceo con muchos años de experiencia en la enseñanza de buceadores y está bien versado en los procedimientos y requisitos del buceo. A estos años se le podría sumar el conocimiento de primera mano de dicho “especialista” en equipos de buceo en el diseño, funcionamiento y localización de fallos de equipos de buceo.
Estuvimos de acuerdo en que se debería haber consultado a los instructores técnicos y que respaldarían la narrativa descrita en esta historia. Dicho esto, en este artículo periodístico no se han presentado argumentos a favor o en contra.
NAUI OWI