Los ataques de tiburones a buceadores y otros usuarios del agua son comparativamente raros, pero según un nuevo estudio científico hay un factor natural que podría aumentar la probabilidad de que ocurran: los efectos de la Luna.
Un equipo de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU) en Baton Rouge acaba de publicar una investigación basada en el análisis de 55 años de datos completos sobre ataques de tiburones y ha concluido que cuanto más llenas están las fases lunares, mayor es el nivel de ataques.
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El "efecto lunar", una correlación entre las fases de la Luna y la actividad animal y vegetal, se ha observado desde hace mucho tiempo mediante la evidencia de que las mareas gravitacionales afectan el sueño, el movimiento y el crecimiento de las especies terrestres, pero aún no está claro cómo sucede esto.
Sin embargo, los científicos dicen que en su estudio la correlación entre los niveles de luz y los ataques de tiburones era clara, con una incidencia de ataques mayor que el promedio durante los períodos de mayor iluminación lunar y menos cuando había menos luz lunar disponible.
El trabajo se basó en los datos recopilados entre 1960 y 2015 para el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones del Museo de Historia Natural de Florida de la Universidad de Florida. Pero parece que la conexión con las fases lunares no es necesariamente un caso de “luz de luna peligrosa”.
"No se trata de que haya más luz nocturna para que los tiburones vean", explica Steve Midway, profesor asociado de LSU e investigador del proyecto. “La mayoría de los ataques de tiburones ocurren durante el día. Sin embargo, la Luna puede ejercer otras fuerzas sobre la Tierra y sus océanos de formas mucho más sutiles; por ejemplo, la atracción gravitacional que vemos afecta a las mareas”.
Surfistas en el mar
También sigue siendo posible que el efecto lunar se derive de la actividad humana y no de los tiburones. Por ejemplo, los surfistas son un grupo con mayor probabilidad de verse afectado por ataques de tiburones, que a menudo ocurren en la superficie cuando los animales los confunden con presas naturales. Sin embargo, las mejores condiciones de olas tienden a ocurrir alrededor de la luna llena, por lo que podría ser que la gran cantidad de surfistas en el mar en esos momentos aumente la probabilidad y la incidencia de ataques.
Si bien los científicos enfatizan que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, dicen que su investigación es un paso hacia una mejor comprensión de los ataques de tiburones y podría ayudar a formular recomendaciones para hacer más seguras las actividades recreativas en el océano.
"La abundancia de datos que tenemos sugeriría que hay algo ahí que vale la pena seguir analizando", dice Midway. El estudio se publica en la revista. Fronteras en Ciencias del Mar.
20 de enero 22