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Un juez anuló una apelación y fijó la fecha del juicio el 22 de octubre para el empresario multimillonario Elon Musk, quien acusó al buzo británico Vernon Unsworth de ser un pedófilo durante la operación de rescate en la cueva de Tham Luang en Tailandia el año pasado.
La decisión allana el camino para que Unsworth proceda con su demanda por difamación contra Musk por lo que describe como “acusaciones ilegales, insostenibles y reprensibles”, según documentos judiciales vistos por Sky News.
Pide una indemnización de alrededor de 60,000 libras esterlinas por daños y perjuicios, así como una orden judicial que obligue a Musk a desistir de realizar más comentarios de este tipo.
Después de que Unsworth descartara como un “truco de relaciones públicas” la oferta de Musk de un minisubmarino para rescatar al equipo de fútbol junior Wild Boars atrapado, Musk tomó represalias tuiteando que el buzo con base en Tailandia era un “tipo pedo”. Más tarde siguió tuiteando "Apuesto un dólar firmado a que es verdad", antes de hacer más acusaciones sobre el buzo en correos electrónicos a la empresa de medios BuzzFeed.
Unsworth fue uno de los siete buzos británicos del equipo tailandés de rescate en cuevas que fueron honrados por su participación en la operación. Fue nombrado MBE a principios de este año.
Musk había intentado desestimar la demanda de Unsworth alegando que, según la legislación estadounidense, sus declaraciones no habían constituido una acusación real sino un insulto exagerado que debería categorizarse como “opinión protegida” según la primera enmienda de la Constitución.
Pero el juez de distrito de Los Ángeles, Stephen Wilson, rechazó el argumento y dictaminó que Musk no se había estado comunicando en un entorno "acalorado y volátil" y que un "investigador de hechos razonable podría concluir fácilmente" que sus comentarios "implicaban afirmaciones de hechos objetivos".
Sus declaraciones posteriores a la acusación original indicaron que creía que sus declaraciones eran ciertas, incluidos los correos electrónicos, en los que “incluso sugirió que el reportero de BuzzFeed llamara a personas en Tailandia para confirmar su narrativa”.
El año pasado, Musk tuvo que pagar una factura de 40 millones de dólares tras las acusaciones de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. de que había utilizado Twitter para engañar a los inversores haciéndoles creer que había conseguido financiación para la compra de su negocio de coches eléctricos Tesla.