Michal Marek, buzo de cuevas y rescatista con base en Galway, murió el domingo (12 de mayo) después de una inmersión en aguas abiertas frente a Malin Head en el condado de Donegal, en el norte de Irlanda.
Lo sacaron en avión de un barco a primera hora de la tarde y lo trasladaron en avión al Hospital Universitario de Letterkenny, donde fue declarado muerto.
La muerte de Marek fue informada por la Organización Irlandesa de Rescate en Cuevas (ICRO), de la que era miembro desde 2014. Originario de Polonia, el buceador de 36 años residía desde hacía mucho tiempo en Irlanda y vivía en el ciudad de Galway con su hermana Agnieszka.
15 de mayo de 2019
ICRO describió a Marek como “un ávido explorador que llena su vida de aventuras subterráneas y submarinas como espeleólogo y buzo de cuevas”. Decía que había estado involucrado en hazañas importantes que incluían el descubrimiento y exploración de la cueva marina más larga de Irlanda, Cliff Cave en Fanore, Condado de Clare.
También continuó la exploración iniciada por el difunto Artur Koslowski en Pollatoomery, una cueva en el condado de Mayo, y según ICRO logró llegar 10 m más profundo que Koslowski para establecer un nuevo récord irlandés de profundidad de buceo en cuevas de 113 m.
ICRO había nombrado a Marek miembro central del equipo “en reconocimiento del importante papel que desempeñó y las habilidades que aportó al equipo”. Afirmó que su muerte representaba “una gran pérdida para la ICRO” y que todos los que trabajaron con él lo extrañarían.