Un buzo de 60 años originario de Gran Bretaña murió después de encontrarse con lo que se cree que fue un gran tiburón blanco frente a la costa oeste de Australia. Ha sido nombrada Doreen Collyer.
El incidente ocurrió frente a la playa de Mindarie, cerca de Wanneroo, al norte de Perth, minutos después de que los socorristas emitieran una alerta de tiburón.
Según los informes, Collyer había estado buceando en busca de cangrejos de río con su compañero de buceo, un hombre de 43 años. Más tarde informó que algo grande le había pasado mientras estaba sumergido pero que no podía distinguirlo. Al ascender, vio una “conmoción en el agua” y descubrió que Collyer había sufrido heridas graves.
La policía de Australia Occidental informó que tres pescadores cercanos habían visto un tiburón que describieron como más largo que su bote de 5.5 metros. Habían subido a bordo a los dos buzos y fueron recibidos por una ambulancia y la policía en tierra, pero Collyer ya estaba muerto.
El Departamento de Pesca del estado dijo más tarde que era probable que un gran tiburón blanco de más de 3 metros hubiera causado la muerte. Se cerraron las playas de la zona y se colocaron líneas de tambores en un intento por capturarlo.
Según ABC News, Collyer había emigrado de Inglaterra hace cinco años para estar con su familia y se había convertido en ciudadana australiana y también en Avanzado Buzo. Trabajó como profesora en una facultad de enfermería.
Días antes, un surfista había muerto a causa de las heridas sufridas tras ser atacado por lo que también se creía que era un tiburón blanco, 60 millas más al norte.
Diez personas han muerto por ataques de tiburones en Australia Occidental en los últimos seis años, aunque los ataques a buzos son relativamente poco frecuentes (7% el año pasado). El Estado llevó a cabo un sacrificio hace dos años, lo que provocó protestas de los conservacionistas.
Según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), Australia sufrió 593 ataques de tiburones el año pasado, 79 de ellos en Australia Occidental.
En 2015 se produjo un número récord de ataques en todo el mundo, que la ISAF atribuye en parte a mares más cálidos. "Las temperaturas del océano que aumentan al principio de la temporada y calientan una mayor extensión de costa atraen tanto a tiburones como a humanos a las mismas aguas", dice el curador del archivo, George Burgess. "Podemos y debemos esperar que el número de ataques sea mayor cada año".
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06-Jun-16