Tras descender a una profundidad de 56 metros en un lago congelado, el apneísta suizo Waldemar 'Valdy' Bruderer ha conseguido un nuevo récord mundial Guinness por la inmersión en apnea más profunda bajo hielo sin el beneficio de traje de neopreno or aletas.
Su inmersión, realizada el 27 de febrero, le llevó a Bruderer 2 minutos y 47 segundos. El lugar fue el lago de Sils, en los Alpes suizos, cuya altitud de más de 1,800 m sobre el nivel del mar aumentó la magnitud del desafío. La temperatura del agua era de -1 °C y la del aire rondaba los cero grados. Tras la refrescante inmersión, Bruderer pudo calentarse en una sauna portátil.
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Bruderer, de Zurich, trabaja como instructor con el Apnea Kaluna Escuela. Empezó como buceador antes de pasarse a la apnea y luego a ser entrenador en 2018.
Su inmersión aún no ha sido registrada en el sitio Guinness World Records (GWR), y lo mismo puede decirse de una inmersión horizontal extrema bajo el hielo realizada el 20 de marzo por la apneísta rusa Ekaterina Nekrasova.
Se informó que Nekrasova nadó 122 metros bajo la superficie congelada del lago Baikal en una sola respiración, usando dos...aletas Pero sin protección térmica. Por ahora, GWR aún atribuye este récord femenino a Mandy Sumner, de EE. UU., por su modesto nado de 75 m en Kongsberg, Noruega, en marzo de 2024.
La natación en apnea se realizó como parte del festival de apnea "Bajo el hielo del Baikal", inaugurado en 2023. Se informó que otra rusa, Olga Malkina, rompió su propio récord de profundidad bajo el hielo de 63.8 m GWR de hace cuatro años al sumergirse hasta 71 m con una monoaleta y traje de neopreno.
A menudo puede haber una larga demora mientras se validan los récords mundiales, y una peculiar hazaña de apnea acaba de ser reconocida por GWR unos ocho meses después del evento.
Esta inmersión en aguas cálidas tuvo lugar el 2 de agosto del año pasado, cuando el apneísta gimnasta egipcio Ramy Abdelhamid realizó 33 dominadas bajo el agua con una sola respiración en un sitio cercano a la ciudad turística de Dahab, en el Mar Rojo.
El hombre de 36 años siguió una guía hasta su barra de dominadas, que estaba colocada en la arena a una profundidad de 9 metros.
“Mucha gente pensará que es fácil porque te impulsas a la superficie bajo el agua, así que la flotabilidad te ayuda, lo cual es cierto, pero el reto fue, en realidad, impulsarme hacia abajo”, declaró a GWR. Conseguir el récord fue, según él, “una sensación indescriptible”.
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