Damian Groves de Aventuras de buceo Recientemente me embarqué en un viaje inolvidable a bordo del Élite emperador, siguiendo el itinerario de los Cinco Famosos en el Mar Rojo, y me quedé asombrado no por uno, sino por dos avistamientos de mola mola, o pez luna, un visitante raro en las aguas egipcias.
El viaje comenzó con un golpe de suerte increíble: una manada de delfines juguetones se unió al grupo no una sino dos veces durante la primera y la segunda inmersión. Estas interacciones tan cercanas dejaron encantados a los invitados y prepararon el escenario para una semana extraordinaria.
A continuación, el equipo exploró los vibrantes arrecifes de Ras Mohammed y los legendarios naufragios del Thistlegorm y Giannis D., pero la verdadera emoción se desarrolló en las Islas Brother. En su primera inmersión en la meseta sur, se encontraron con los habituales tiburones oceánicos de puntas blancas, que son curiosos. Sin embargo, cuando se acercaban a una estación de limpieza de tiburones grises de arrecife, Damian vio que se acercaba algo enorme. Al principio, le costó distinguir la forma, pero pronto se dio cuenta de que no era uno, sino dos peces luna gigantes, o mola mola. Estas raras y majestuosas criaturas se acercaron, lo que proporcionó un encuentro increíble para todo el grupo.
La aventura se intensificó en la isla Big Brother, donde un curioso tiburón de puntas blancas voló en círculos justo debajo de la superficie mientras los buceadores se preparaban para sumergirse en las profundidades. La presencia elegante pero imponente del tiburón hizo que la entrada fuera emocionante mientras el equipo se deslizaba hacia el agua. Descendiendo hacia los restos del naufragio NumidiaSe encontraron con una visibilidad impecable, lo que permitió una exploración detallada de los restos inquietantemente hermosos del barco.
Justo cuando el grupo estaba terminando su inmersión, Damian vio una forma familiar que emergía del azul profundo. Para su asombro, eran los mismos dos peces luna de antes, ahora flotando en una estación de limpieza. Estos gigantes del océano, con sus peculiares cuerpos en forma de disco y enormes aletas Con una longitud de casi tres metros, se deslizaban sin esfuerzo por el agua. Cada uno pesaba aproximadamente 500 kg, y su tamaño y proximidad empequeñecían todo lo que los rodeaba. El grupo observó con asombro cómo los peces limpiadores atendían a los peces luna, creando un espectáculo submarino fascinante y poco común que dejó a todos hechizados. Como ya había visto peces luna antes, esta experiencia fue incomparable: nunca había visto especímenes tan colosales, especialmente en las aguas claras del Mar Rojo.
El viaje llegó a un final impresionante en Las Toronbi, donde el grupo pudo disfrutar de un encuentro poco común e inolvidable: un baño sereno de diez minutos con un elegante dugongo. El dugongo se movía sin esfuerzo por las aguas cristalinas, y su gran y delicada forma atravesaba el mar en calma. Mientras nadaban junto a él, se maravillaron de sus movimientos lentos y deliberados y de la sensación de tranquilidad que exudaba. La suave luz del sol que se filtraba a través del agua iluminaba la suave piel del dugongo, lo que contribuía a la belleza casi sobrenatural del momento. Este encuentro íntimo fue la manera perfecta de cerrar una extraordinaria semana de buceo en el Mar Rojo, que dejó a todos los buceadores con recuerdos de magia bajo las olas.
¡El avistamiento de un pez luna fue un evento tan raro que incluso apareció en las noticias en Hurghada!